04 febrero 2009
La Comisión Europea calcula que se podrían ahorrar hasta 18.000 millones de euros a las empresas comunitarias si se implanta un sistema de facturación del IVA totalmente electrónico.
El objetivo de la Comisión será ahora modernizar y simplificar la normativa del IVA en sus estados miembros.
Para evitar estos problemas, la Comisión va a proponer la equiparación de la factura electrónica a la presentada en papel. De esta manera el ejecutivo pretende reducir las barreras que desincentivan el uso de la factura electrónica por parte de las empresas.
Además la Comisión planteará una serie de medidas para luchar contra el fraude, como obligar a las empresas transfronterizas a notificar las transacciones en el mismo mes en que efectúan el suministro (de manera que se impedirá incluir la factura en un periodo de pago posterior) y se endurecerán las reglas sobre deducciones, obligando a la presentación de facturas válidas.