El uso de la factura electrónica reduce los costes y los trámites burocráticos

En épocas de crisis e inestabilidad económica, como las que se viven en estos momentos, la facturación electrónica reduce el volumen de trámites burocráticos, al tiempo que puede ayudar a las empresas a reducir gastos, según se desprende de los datos facilitados por la Asociación Española de Codificación Comercial (AECOC), donde se cifra el ahorro por factura electrónica recibida en 0,70 euros, mientras que para las empresas emisoras el ahorro asciende a 1,85 euros gracias al formato electrónico.

Aparte de los costes económicos por la supresión del papel, el sobre, y el sello, el uso de la factura electrónica o e-factura, repercute beneficiosamente en el medio ambiente, ya que se elimina el uso de papel. A estas ventajas hay que añadir la eliminación del espacio relativo al almacenamiento y archivo de dichas facturas.

El uso de la factura electrónica también reduce y simplifica los trámites burocráticos -con lo que se consigue aumentar la productividad de las empresas-, al tiempo que posibilita la inmediatez tanto en la emisión como en la recepción de las facturas, con lo que el pago de las mismas se agiliza.

Como consecuencia de estas ventajas, las Administraciones Públicas españolas han apostado en los últimos meses, mediante una serie de medidas, por la firma y la factura electrónica. De hecho, en febrero de 2008, España se convirtió en el primer país de la Unión Europea en disponer de un formato de factura electrónica gratuito. Las Administraciones pretenden con ello reducir las cargas administrativas a las que se ven sometidos tanto empresas como ciudadanos, al mismo tiempo que favorecen a las empresas y al medio ambiente.

En estos momentos, según los datos que maneja AECOC, alrededor de un 12% de las empresas españolas utilizan la e-factura, aunque fundamentalmente para las transacciones de comercio exterior.