El negocio de la música madura en Internet

La piratería en Internet fue el punto de inicio de una industria que ha dado algunos bandazos en busca de un modelo solvente, asequible y adecuado al avance tecnológico. Hizo daño a productores, artistas y discográficas, pero cambió el panorama del negocio y permitió que unos y otros comenzaran a estudiar nuevos formatos, nuevos canales y otras estrategias.

En Estados Unidos las ventas de música a través de Internet igualarán incluso a las de discos el año que viene, según un estudio de la consultora NPD y eso que el CD ha sido el soporte estrella en la cultura anglosajona. Una prueba de que algo está cambiando en el panorama musical en estrecha relación con las Nuevas Tecnologías. En España una de cada diez tiendas de discos cerró en el último año y medio, según un análisis de la compañía 11811, mientras que crecen las redes sociales y los canales de audición y distribución online.

Precisamente, hace unos días saltaba la noticia de que el gigante de Internet se inmiscuye en este sector y podría lanzar en breve un nuevo servicio, Google Music, capaz de reunir toda la discografía existente a golpe de clic. Facebook, la red social más popular de Internet, se acaba de apuntar también a este negocio y sus miembros residentes en Estados Unidos podrán enviar canciones a sus contactos por menos de un dólar. Lo que significa que Apple, que había dominado el sector con su tienda online iTunes, tendrá que repartir los beneficios.La presente monografía indaga en la situación actual de esta industria a través del análisis de sus principales actores con el fin de esbozar las claves de negocio de un sector que está madurando en Internet.

En el otro extremo del escenario se encuentran las distintas radios online que han aprovechado el streaming para ofrecer música a la carta. Con un par de clics se pueden escuchar los últimos éxitos, las canciones de siempre, a los artistas favoritos o los singles del momento, directamente del ordenador.

• Spotify. Es una de las grandes apuestas del momento, quizá, la más rompedora y atractiva, en cuanto al número de usuarios que alberga en su base de datos, 5 millones en todo el mundo, 800.000 en España. Para utilizar el servicio es necesario descargarse el programa en el ordenador previa invitación. La música es gratuita, pero existen servicios de suscripción que evitan las cuñas publicitarias. Ahora, tiene más 10 millones de canciones, gracias a los acuerdos suscritos con varias discográficas. Su futuro es aún incierto y dependerá de las fuentes de ingresos que intervengan en el proyecto.

• Grooveshark. Es una propuesta interesante. Se puede seleccionar música a la carta y no exige al usuario instalar un programa en el ordenador para acceder a las canciones. Dispone de una interfaz bastante intuitiva que, por cierto, acaba de mejorar, permitiendo buscar temas según diferentes criterios, como canción, artista, álbum o género. Además, los usuarios pueden elaborar playlists, marcar favoritos e incluso subir música de su propio disco duro. La conexión con las redes sociales también es un punto fuerte, ya que se pueden enviar las canciones vía Twitter o Facebook.

• Lastfm.com. Comenzó siendo gratuito, pero la presión del sector y la irrupción de múltiples iniciativas similares les ha obligado a cobrar a los usuarios para poder mantener el proyecto. 3 euros al mes. Aunque los ingresos por publicidad siguen siendo su principal fuente de financiación.

• Radios españolas:

- Rockola.fm. Dirigido al mercado español es una radio online al uso, con múltiples opciones de personalización. Dispone de un buscador de música, con un gran repertorio. El usuario puede crear sus propias emisoras. El proyecto nace en febrero de 2008, de la mano de Rockola Media Group.

- Yes.fm. También está limitado al mercado español, tiene un repertorio nutrido y cuenta con aplicaciones gratuitas para los iPhone. Es de pago. 4 euros al mes por un servicio a la carta. Lo gratuito se limita a radios automáticas. Aunque en julio tuvieron que cancelar las suscripciones de pago pues el canon que tenían que pagar a las discográficas aumentó como consecuencia del número de suscriptores que hizo el modelo insostenible.

• Otros. Songza, dizzler, finetune.

Conclusiones

El negocio de la música está madurando en Internet y ha encontrado en el medio digital el soporte adecuado para una auténtica revolución. Aún tienen que pasar algunos años para descartar proyectos y relanzar otros, pero lo cierto es que el streaming ha permitido abrir un negocio con cifras millonarias al que se han ido subiendo grandes y pequeños. Todos los modelos no podrán tener los mismos beneficios, pero irán encontrando su hueco, descubriendo nuevos modelos y formatos para acercar la música a los usuarios. Sin duda, el futuro del sector es aún incierto pero seguro se desarrollará en Internet.