10 diciembre 2018
Las Culpass son un par de emprendedoras que han construido su propia marca de ropa feminista y reivindicativa. Hecha en Murcia, con rabia y cariño.
En esta ocasión visitamos a Alexandra Cánovas y Martaé Martínez, Las Culpass, una tienda online, y también física, que ofrece los productos de su propia marca. Con el feminismo como hilo conductor y siguiendo unos sólidos principios y valores, tales como la autogestión, la producción ética, el upcycling, la slow fashion y el compromiso social, llevan ya varios años ofreciendo sus diseños en un proyecto que cada día está más consolidado.
Alexandra y Martaé nos cuentan cómo comenzaron, la trayectoria que ha seguido su tienda online, el perfil de sus clientes y qué aconsejarían a quien esté pensando en emprender en el mundo digital.
En el siguiente vídeo tenemos la entrevista al completo:
Surge por la necesidad de trabajar en algo que nos motiva y que, además, va acorde con nuestros ideales y nuestra manera de ver el mundo. Necesitábamos hacer cosas con las que nos sintiéramos representadas.
En nuestras campañas manifestamos nuestra lucha por la igualdad haciendo fotos con todo tipo de personas y tallas.
Por un lado, la lucha por la igualdad, la cual representamos en nuestras campañas, haciendo fotos con todo tipo de personas y tallas. Aparte de eso, lo que nos encanta es trabajar prendas cómodas, prácticas y rechulonas. Prendas con las que además de ir cómoda, vayas muy chachi.
Todo lo contrario, creemos que Internet y la venta online nos ayudó mucho a crecer. No obstante, tampoco fue fácil conseguir entender los entresijos de la venta online.
Comenzamos con una pequeña tienda de menos de 20 artículos en Big Cartel, una plataforma en la que, a través de plantillas y pagando una cuota mensual, puedes empezar a vender online y probar cómo funciona tu producto. Más adelante montamos nuestra propia tienda con WordPress, pero de una forma básica. Y fue el año pasado cuando decidimos, porque la marca iba funcionando, invertir en una nueva web. En este último caso la página la ha realizado una agencia de comunicación.
Vendiendo no sólo un producto, sino una forma de pensar. Nuestra clientela sabe que cuando compran uno de nuestros productos no sólo están llevándose a casa algo que les gusta, sino que están ayudando a crecer a una empresa afín a sus valores, creando así una sociedad con la que se sienten más identificada.
Es demasiado variado como para englobarlo en un target tradicional. Principalmente son personas a las que les preocupa el consumo responsable.
Bastante, ya que uno de nuestros productos estrella, las pistoleras, se venden mejor cuando te explican cómo funcionan o si ya conoces a alguien que las use.
Son la base de nuestra comunicación.
No tenemos una específica, sino que vamos probando cosas y trabajando mediante ensayo y error. Normalmente tenemos una reunión al mes, en la que vemos que productos o eventos queremos comunicar y desarrollamos un calendario en torno a ello.
Los programas de emprendimiento te permiten conectar con emprendedores en una situación similar a la tuya.
Por un lado, la confianza para creer en tu propia “chiquiempresa”, ya que a veces necesitas que sean otras personas quienes te digan que lo que haces mola. Por otro lado, conocer a mucha gente en nuestra misma situación o con proyectos compatibles con el nuestro y con quienes hemos creado lazos profesionales.
Que se lance a por todas, pero que tenga paciencia, porque por lo general tardan en arrancar, y más si tienes que enfrentarte a titanes de la venta online que tienen la capacidad de invertir en SEO y ADS mucho más que tú.
De momento, asentarnos en nuestro nuevo local, acostumbrarnos a este cambio y no fracasar en el intento.